Stephen Hahn, un especialista en radio-oncología, ha sido confirmado por el senado norteamericano como nuevo Comisionado (Director) de la FDA, el órgano regulatorio de la sanidad en los Estados Unidos.
Como bien sabemos en Pine C&I, la FDA tiene una importancia enorme, similar a la de la EMEA (la agencia europea de medicamentos), pero con competencias incluso más amplias.
Hahn viene de ser el CEO médico de la MD Anderson, una organización de enorme prestigio, líder mundial en el campo de la oncología, con 21,000 empleados. Aunque se ha cuestionado su experiencia administrativa, la Anderson le gana a la FDA, que tiene “solo” 17,000, en todo menos en complicación política.

Los retos a los que se enfrenta son importantes: en la mesa tiene la regulación de los vapeadores, de la marihuana, y enfrentarse a la llamada “crisis de los opiáceos” que ya comenté en otro post. Pero también tiene otros que afectan directamente a la innovación, como los criterios de evaluación de nuevos productos -un difícil equilibrio entre garantizar la seguridad de los nuevos fármacos y favorecer que nuevas curas y tratamientos lleguen al mercado- o la aprobación de la reimportación de medicamentos a los EEUU, un tema muy complejo que daría para un artículo largo,

En cualquier caso, Hahn es un científico reputado, en la línea de Gottlieb, y debería traer una cierta estabilidad y criterio profesional a la FDA.